La culpa es de los padres, que las visten como putas.

Y sí…más o menos eso es lo que viene a decir el siguiente artículo, firmado por Ezequiel Cuevas, periodista y autor de algunos cuentos (publicados bajo el nombre «Cachos de vida», 1906) y una novela («Amadoras», 1907) que fueron muy polémicas en su día. Polémicas como sería este artículo de haberse publicado en la actualidad.

IMG_20160706_120150.jpg

LAS NIÑAS DE AHORA

Hace veinte años, las mujeres, hasta que no se ponían de mono, eran niñas.«Una niña de quince años», era un dicho vulgar.

Hoy, las niñas son esas encantadoras criaturas de trajecitos leves, ojos candorosos y cabellos en melena de rizos, que adornan nuestros jardines y nuestras calles, ya cantando la muerte de Mambrú, ya cogiditas de la mano, luciendo sus lindos sombrerones  y sus «bebés» sonrosados y mofletudos, de ojos de cristal.

Las niñas crecidas ya no existen. Se fueron para no volver, porque ahora, alos doce años, quieren parecer mocitas casaderas, mientras estas buscan el modo de parecer niñas.

Ahora, cuando las niñas dejan sus muñecas, toman las barritas de carmín,  y de negro-carbón de la polvera, y se pintan los labios  y los ojos, y se empolvan hasta hacerse feas. Antes de los trece años ya piden a las mamás que les hagan faldas hasta el tobillo y les peinen coleta y cuiden mucho de decir a la modista que la blusa o el abrigo tengan su correspondiente escote.

Así se ven por las calles, por culpa de las buenísimas mamás, chiquillas que están pidiendo a voces la compa y el aro, y un lazo rosa en el pelo, y unas mangas hasta el codo, convertidas en figuras un poco desquiciadas, en mujercitas de figurin, a quienes, en lugar de un piropo,  dan ganas de decir:

–Señora: ¿quiere usted jugar al corro?

Hoy, el piropo, esa bella expresión del ingenio, que brota al paso de una mujer bonita, está en desuso, no sirve para nada, no tiene aplicación, por culpa de las niñas-mujeres y de las mujeres-niñas.

Las mujeres-niñas son también las niñas de ahora: nenas de veinticinco años para arriba, que lucen en los paseos sus falditas de chicuela, cortas, enormemente altas, como las de los alabarderos o las de los soldados de caballería.

Tal moda favorece a las mujeres, porque las quita diez años de encima, que es el eterno sueño femenino; pero en cambio, a la par que la edad, les quita el novio ; porque ¿Qué hombre, por enamoradizo que sea, se va a atrever a hablar de amores a una joven cuya edad es incalculable, no sabiéndose, por tanto, si es una mujer hecha y derecha o una colegiala?

Las estadísticas acusan a una baja enorme en los matrimonios, y los grandes pensadores lo achacan a la carestía de la vida.

¿No será todo ello culpa de las niñas de ahora?

Por que bien que se case no con una mujer que le atienda y le cuide y sepa arreglar la casa y repasar la rpa y poner ell puchero; pero actualmente, como no hay mujeres o, por lo menos, no se sabe si las hay, lo natural es esperar a que estas niñas de ahora crezcan y se vistan de mujer, para poder hablar en serio del acto más terriblemente formal de la vida.

Ezequiel Cuevas

Hipofosfitos.

La publicidad tiene que ser ingeniosa para sobresalir y para ser efectiva. Si además utiliza la estrategia del miedo, el éxito está asegurado. Y durante mucho tiempo (aunque cada vez menos, afortunadamente), se utilizaron los estereotipos de género como herramienta publicitaria. Todo el mundo esperaba que el hombre fuese activo, fuerte y poderoso. Lo que se entendía por “varonil”. La mujer, en cambio, tenía que ser “femenina”, refiriéndose con ello a ser delicada, hermosa y cuidadosa de su imagen… pero no débil como veremos más abajo.

Resulta curioso que un mismo producto utilizase estos estereotipos tan diferentes para vender un mismo producto: los “Hipofosfitos Salud”. Hipofosfitos salud era un reconstituyente que se recomendaba a todo el mundo: hombres, mujeres, niños, ancianos, embarazadas… y para cada grupo había un eslogan y una estrategia de venta diferente,  pero siempre basados en los estereotipos de cada grupo.

Hay muchísimos anuncios de este producto, tantos como beneficios da, pero para que no os empachéis hoy os traigo solo unos pocos.

Para la mujer:

Hipofosfitos_8.jpg

¡Mujeres bellas! No dejéis que la pobreza de la sangre marchite vuestros encantos. La inapetencia, la debilidad, la anemia, el insomnio y el cansancio se curan bien y pronto nutriendo la sangre de hierro y glóbulos rojos con el poderoso Reconstituyente Jarabe de Hipofosfitos Salud. 
Más de 30 años de éxito creciente. Único aprobado por la Real Academia de Medicina. Rechace usted todo frasco donde no se lea en la etiqueta exterior HIPOFOSFITOS SALUD impreso en tinta roja.

Hipofosfitos_2

Usted está inapetente y la debilidad arruina su naturaleza y destruye todas  sus seducciones. Acabará siendo usted una mujer desgraciada si no toma enseguida el reconstituyente incomparable para la mujer: El Jarabe de Hipofosfitos Salud. 
Más de 30 años de éxito creciente. Único aprobado por la Real Academia de Medicina. Rechace usted todo frasco donde no se lea en la etiqueta exterior HIPOFOSFITOS SALUD impreso en tinta roja.

Para el hombre:

Hipofosfitos_1

La debilidad es impropia del hombre. Por eso, usted, que se halla inapetente, desnutrido y a un paso de la anemia, debe usted transformar su sangre y regenerar su organismo convirtiendo su fatiga y decaimiento en la energía, vigor y poder que corresponde a su sexo. Esa transformación la hallará usted tomando desde hoy mismo el famoso Jarabe de Hipofosfitos Salud. 
Más de 30 años de éxito creciente. Único aprobado por la Real Academia de Medicina. Rechace usted todo frasco donde no se lea en la etiqueta exterior HIPOFOSFITOS SALUD impreso en tinta roja.

Hipofosfitos_3.jpg

Un hombre sin voluntad, neurasténico, que mira indiferente la vida, siente fatiga en el trabajo y hastío en los placeres, es hombre perdido si no toma enseguida el poderoso Tónico-Reconstituyente, Jarabe de Hipofosfitos Salud. 
Más de 30 años de éxito creciente. Único aprobado por la Real Academia de Medicina. AVISO: Rechace todo frasco donde no se lleve en la etiqueta exterior HIPOFOSFITOS SALUD en rojo.

Como ya dije antes, hay otros anuncios de este producto, enfocados a un público general, a ancianos, a niños y por supuesto, muchos más orientados a hombres y a mujeres. Más adelante os iré poniendo más anuncios de este producto. No tienen desperdicio. Y no se vosotros, pero yo quiero mil frascos.

Las mujeres deben ser…

Hoy iba a poner una serie de anuncios de un magnífico reconstituyente que a todos recuperaba, pero encontré esta otra y no pude resistirme. Así que el milagroso producto queda para la semana que viene (al final acabaré poniendo dos artículos por semana, lo veo venir)

¿Como debe ser una mujer de 1927? ¿No lo sabéis? Este periódico nos saca de dudas con su artículo «Cómo debe ser las mujeres».

Sigue leyendo

Consejos prematrimoniales

Este martes os traigo una curiosa nota con fecha de marzo de 1923.

En aquellos años, la iglesia tenía mucho poder en casi todos los estratos de la sociedad. Y Estados Unidos, a pesar de estar inmerso en «los felices años 20», no era ninguna excepción, más bien al contrario. Por lo tanto, cualquier consejo que era dado por esa institución era tomado muy en cuenta, especialmente si era un asunto tan serio como el matrimonio. Cabe destacar (por la geografía y por el término “pastor”) que lo más probable es que el religioso en cuestión fuese protestante, rama del cristianismo que permite casarse a sus sacerdotes.

Sigue leyendo