Oh capitana, mi capitana

Tengo que buscar más información sobre esta mujer. Lo reconozco. Esta semana no he mirado mucho lo que hay detrás de la noticia, pero creo que puede ser muy interesante. No es ningún secreto que tradicionalmente el papel de la mujer fue el hogar, pero eso no significa que jamás en la historia una mujer no tuviese un trabajo que fuese tradicionalmente masculino. De hecho, en los años 20 se rompieron muchos moldes al respecto.

Prometo buscar información sobre esta mujer y, si la encuentro, compartirla con vosotros. Ahora, que también vaya «tino» con el apellido de la dama…

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Sección marítima

Crónica

Hoy queremos dar a conocer una curiosa nota que hemos encontrado en un periódico inglés.

Pasó hace pocos días por el puerto de Amberes un barco que llamó extraordinariamente la atención por la circunstacia de no llevar capitán, sino capitana.

Es esta Miss A. Dick, y el nombre del buque , «Flame».

Miss Dick, muy joven todavía, se propone realizar muchas y muy largas expediciones.

Posee el título de capitán.

Su precoz experiencia y su sangre fría han asombrado a los más viejos marinos de su tripulación, que se muestran dispuestos a seguir a su capitana hasta el fin del mundo.

Nosotros recordamos que Miss Dick fué la compañera de Harlson en su viaje de Manila a  Antofagasta, viaje que se efectuó en un velero de pequeño tonelaje, en el año 1919, si la memoria no nos es infiel.

Después, la famosa capitana hizo varios viajes por el Pacífico y el Atántico, publicando un gran número de artículos de los mencionados viajes en un periódico narteamericano.

También  efectuó un viaje por laa costa Este de Italia, visitando los puertos más importantes.

No hay que maravillarse —dice un articulista— de ver una mujer dirigiendo un barco.Si dificil es esto, no menos dificil es dirigir con fortuna un hogar. En ambos casos hay que luchar con tempestades.

Mechelin

Hipofosfitos.

Ya os hablé hace algunas semanas hablamos del poderoso reconstituyente “Hipofosfitos Salud”, un producto muy de moda a finales del siglo XIX y principios del XX. Hoy os traigo unos cuantos anuncios más de este “milagroso” mejunje.

Comencemos por los ancianos: ¿por qué lamentarse por los años pudiendo meterse un lingotazo de quinina entre pecho y espalda?

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Pero los ancianos no eran los únicos que podían beneficiarse del reconstituyente. Los niños eran también consumidores habituales de esta sustancia. Para los que no lo hayáis probado, os diré que la quinina es bastante asquerosilla. Es muy, muy amarga, y no me cuesta imaginarme a los niños huyendo como gacelas cada vez que su madre abriese el bote. Bien pensado, sí que les la daba energías.

Claro, que los lactantes estarían libres de pasar ese mal trago…Pues sí. A medias. Porque el anuncio recomendaba que los bebés solo tomasen leche materna, pero… ¡eso sí! Que mientras tanto la madre que tomase el jarabe, que de este modo los niños crecerían sanos y robustos.

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Y es que “Hipofosfitos Salud” era un producto para todo el mundo y para todas las edades.

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Hay muchos más anuncios de este producto, que iré pondré más adelante. Creo que, por el momento, con estas dos entregas habéis tenido suficiente para conservar una salud de hierro. Y espero que haya servido para os recuperéis un poquito de la resaca electoral…

Mas que una tonta superstición

Siempre es triste ver como la superstición acaba con la razón. Pero cuando una superstición provocada por un charlatán acaba en la muerte de una persona, lo que podía haber sido una anécdota se convierte en tragedia.

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Impacta la frialdad de la familia, que no solo matan a uno de los suyos, sino que aseguran con vehemencia que había que hacerlo porque traía mala suerte. Sin arrepentimientos. Claro, que eso fue lo que declararon, quizás los auténticos motivos fuesen otros… aunque vistos determinados grupos que existen hoy en día, que la noticia sea tal cual la cuenta el periódico no sería de extrañar.

A veces, una insiste en  tener fe en la humanidad y creer que fue algo diferente a un “Vamos a matarlo, que está gafao”, pero la estupidez humana no tiene límites


PD: Hay que destacar que la transcripción es literal, así que algunas palabras no se rigen por la ortografía actual, ya que vio, dio, fue y fui eran palabras que, hasta 1959, iban con tilde.


Las tragedias de la superstición.

Toda una familia acuerda matar a uno de sus miembros.

Los periódicos franceses dan cuenta del siguiente suceso:

En los alrededores de Nerac, toda una familia campesina se ha puesto de acuerdo para asesinar a uno de sus miembros, el viñador Marc Delias.

Los asesinos venían advirtiendo que desde hacía algún tiempo todo para ellos eran desgracias. Las vacas se ponían enfermas, morían los becerros, no se lograban las cosechas.

Entonces fueron a consultar a un adivino del país llamado Pedro Fajet quien les dijo:
– El autor de todos vuestros males es Marc Delias, que os ha hecho mal de ojo. Y mientras viva no esperéis mejorar de suerte.

La familia se reunió poco más tarde en una especie de Consejo y Marc Delias,  por su abuelo, su mujer y otros parientes fué condenado a muerte.

Su abuelo y un amigo lo atrajeron a un lugar seguro y allí fué asesinado a golpes de hacha. El cadáver, metido en un saco, fué luego arrojado al río.

Toda la familia de Marc Delias está presa actualmente. Pero lo que, según los periódicos de donde tomamos la noticia, constituye lo increíble de esta tragedia rústica es que los criminales se hayan perfectamente convencidos de haber obrado tan sólo en legítima defensa.

No se advierte en ellos el menor arrepentimiento y su prisión les parece una terrible injusticia

Y esto–añaden los periódicos– en Francia, en el siglo XX y después de cincuenta años de República, y de instrucción gratuita y obligatoria.

Consejos prematrimoniales

Este martes os traigo una curiosa nota con fecha de marzo de 1923.

En aquellos años, la iglesia tenía mucho poder en casi todos los estratos de la sociedad. Y Estados Unidos, a pesar de estar inmerso en «los felices años 20», no era ninguna excepción, más bien al contrario. Por lo tanto, cualquier consejo que era dado por esa institución era tomado muy en cuenta, especialmente si era un asunto tan serio como el matrimonio. Cabe destacar (por la geografía y por el término “pastor”) que lo más probable es que el religioso en cuestión fuese protestante, rama del cristianismo que permite casarse a sus sacerdotes.

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